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Buenas Prácticas para Combatir el Fraude y Proteger la Cadena de Suministro

02 Nov 2024

El fraude es un problema global que afecta a organizaciones de todos los sectores. En el informe más reciente de la Asociación de Examinadores de Fraude (ACFE), que abarcó 1,921 casos en 138 países, se detectaron pérdidas superiores a $3.1 billones.

Según el reporte, el 43% de los fraudes se detectaron gracias a buenas prácticas organizacionales como:

  • Sensibilización: La sensibilización es clave para construir una cultura de seguridad que inspire a los empleados a actuar correctamente, no solo por obligación, sino también por convicción. Esto requiere capacitaciones continuas, que promuevan la autorregulación y el compromiso de todo el personal con la seguridad.
  • Código de ética y conducta: Un código de ética robusto es fundamental para crear una cultura organizacional que defina la identidad y valores de la empresa. Este código no solo marca los límites de lo que es aceptable, sino que debe actualizarse regularmente y aplicarse a empleados, proveedores y clientes para asegurar su relevancia.
  • Auditorías internas y externas: Las auditorías son esenciales para verificar el cumplimiento de los requisitos y detectar oportunidades de mejora. Mantener auditorías periódicas refuerza las buenas prácticas y fomenta la transparencia en toda la organización.
  • Línea de denuncia: Según el estudio, las líneas de denuncia son el mecanismo más efectivo para detectar fraudes, especialmente cuando son externas y permiten denuncias anónimas. La gestión adecuada de estos reportes es clave para abordar los problemas sin generar intimidación.

 

El estudio también revela que un 75% de los defraudadores exhibieron señales de alerta, como problemas familiares, estilo de vida ostentoso o relaciones sospechosas con proveedores y clientes.

Contar con personal confiable es esencial para la seguridad en las cadenas de suministro, lo que hace crucial establecer protocolos rigurosos para la selección y el desarrollo continuo del personal.   Alimentar los valores organizacionales asegura que estos protocolos se mantengan sólidos.

Finalmente, para proteger las cadenas de suministro, es fundamental aplicar estas buenas prácticas, recordando que el principal activo de toda organización son las personas.

Para conocer más sobre el estudio: https://www.acfe-mexico.com.mx/inicio/sitepad-data/uploads/2024/03/2024-Report-to-the-Nations.pdf

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